LUCES DE OTROS TIEMPOS




Los peligrosos escorpiones son uno de los animales más antiguos del planeta y apenas han evolucionado desde que hace 430 millones de años fueron los primeros artrópodos que salieron del agua para conquistar la tierra. Hoy en día existen más de 1.400 especies repartidas por todo el mundo, especialmente en climas tropicales. En 1954 se descubrió una característica que sigue siendo un misterio y es que, cuando por la noche se les ilumina con luz negra (ultravioleta), emiten una enigmática luz verde-cian que no tiene ninguna explicación en cuanto a su utilidad.

Fluoresecencia verde azulada del escorpión Buthus occitanus. Universidad de Barecelona 2007
Hace 11 años, cuando me desplacé a la Ciudad Condal con mi equipo de fotografía ultravioleta a preparar la exposición del Año de la Ciencia, me invitaron en su Universidad a registrar este fenómeno fotografiando unos escorpiones vivos en el museo de la facultad de Biología (foto superior), al que luego volvimos por la noche pertrechados con gafas especiales y luces de Wood para buscar más animales fluorescentes entre su vasta colección de artrópodos. Sólo los escorpiones, algunas escolopendras y una rara araña mostraban esta peculiar luminosidad. Recuerdo que las cajas que guardaban grandes escorpiones africanos, capturados varios decenios antes, también mostraban fluorescencia bajo los viejos ejemplares disecados. Era como si de la cutícula se hubiese desprendido un polvo con el compuesto que les dota de fluorescencia. Leyendo más sobre este asunto me encontré en Internet el mensaje de un chaval mejicano que había matado de un zapatazo un escorpión en la alfombrilla al pie de su cama y que al año siguiente, en que se compró una linterna ultravioleta, comentaba como al pie de su cama salía una luz azul-verdosa en la zona donde mató el escorpión.
Hoy se sabe que el compuesto que les dota de luminiscencia se encuentra en la parte más externa de la cutícula y está formado por dos sustancias: la β-carbolina y un derivado de la cumarina. Ambas forman una fina capa de tan solo 4 milésimas de milímetro de espesor que comienza a aparecer tras la tercera muda del escorpión, una vez que la exocutícula se endurece, y permanece en ella incluso tras la muerte del mismo, lo cual explica la fluorescencia en la alfombra del joven mejicano.

Mercado de Durango. El escorpión se ha convertido en el símbolo de la ciudad y su caza con luz UV está poniendo en peligro la especie.
Precisamente en México y en concreto en el estado de Durango, el escorpión local (Centruroides suffusus) se ha convertido en el símbolo de la ciudad y se comercializa disecado en cientos de mercados. Gracias a su fluorescencia es muy fácil de capturar de noche con una sencilla linterna de luz ultravioleta, lo cual le ha supuesto una desventaja evolutiva. Su picadura, aun siendo dolorosa, no llega a ser mortal como las de ciertas especies africanas del género Androctonus cuyo nombre significa precisamente en griego “matador de hombres”.

El escorpión o alacrán más común en Guadalajara es Buthus occitanus cuya picadura es muy dolorosa pero no mortal.
En Guadalajara la especie más habitual es el alacrán amarillo (Buhtus occitanus), que abunda en los suelos pedregosos de la Sierra Norte. Como todos los escorpiones, es de hábitos nocturnos y excava galerías de un palmo de longitud bajo lajas sueltas de pizarra. Levantando rápidamente las piedras planas de tamaño medio y clavando un machete detrás para cortarle la retirada e impedir que se oculte en su túnel, capturé decenas de ejemplares en mi época de estudiante. Lograba luego vendérselos por 300 pesetas a los compañeros de carrera madrileños ya que en segundo de Biología teníamos que presentar una colección de artrópodos y aquellos pobres urbanitas solo entregaban moscas, hormigas, avispas y cuatro bichejos más. Así que mis alacranes se convirtieron en los reyes de sus colecciones. Por suerte no tuve con ellos ningún percance porque su picadura es muy dolorosa, aunque no reviste peligrosidad para un adulto.
Y aquí llegamos a la pregunta clave del artículo: ¿Por qué son fluorescentes los escorpiones?

La escolopendra mas grande de Europa (Scolopendra cingulata), además de una dolorosa picadura, tiene también fluorescencia como el escorpión, de pero un azul más intenso.
Se han barajado muchas hipótesis sobre este misterio. Su luminosidad solo puede observarse a oscuras iluminado con luz ultravioleta y como casi toda la luz ultravioleta dejó de llegar a la Tierra hace 2000 millones de años cuando se formó la capa de ozono, su función es desconocida. Por otro lado, este arácnido es siempre de costumbres nocturnas y de noche no hay ninguna radiación que provoque su fluorescencia, lo cual abunda en el misterio. Incluso aunque los primitivos escorpiones hubiesen sido de costumbres diurnas, la luz del sol impediría ver su tenue luminosidad verdosa, lo que descarta cualquier utilidad. La hipótesis más reciente se basa en una en las propiedades de la cumarina que, además de anticoagulante, es un eficiente filtro solar. De esta manera, hace 400 millones de años en que la peligrosa radiación ultravioleta era más intensa, la protección de la cumarina le proporcionaría una ventaja evolutiva. Las propiedades fluorescentes de esta sustancia serían solo un efecto colateral, sin consecuencias evolutivas, que ha permanecido oculta hasta que el hombre creó las primeras luces ultravioletas y descubrió este interesante fenómeno.
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