La predecesora de Spiderman



La predecesora de Spiderman
La ciencia ficción casi siempre tiene su origen en la naturaleza. Pero la naturaleza es más sorprendente, porque es real. Hay algunas especies de insectos que desafían la gravedad y pueden caminar por el techo y subir por las paredes gracias a uñas o mucosidades. Sin embargo, la salamanquesa, que es el único vertebrado capaz de caminar por el techo y de trepar por los cristales más lisos, tiene un mecanismo de sujeción que ha sido un misterio hasta hace poco.

Detalle de la mano de una salamanquesa común (Tarentola mauritanica)
La salamanquesa común o geko (Tarentola mauritanica), ese pálido animal que muchos confunden con lagartijas, y que ronda los muros cercanos a las farolas durante las cálidas noches de verano, ha desarrollado un sistema de sujeción espectacular que algunas empresas de alta tecnología intentan imitar.

La salamanquesa común (Tarentola mauritanica)
Si observamos muy de cerca sus dedos, veremos que están recubiertos de unas finas bandas almohadilladas que al microscopio óptico se revelan como un bosque de cientos de miles de pelillos llamados setas (medio millón por dedo). Con la ayuda de un microscopio electrónico y aumentando cien mil veces más una de esas setas, veríamos que a su vez se subdividen en multitud de pelillos rematados todos en un apéndice con forma de espátula. Estudios recientes revelan que la carga eléctrica individual de cada una de esos miles de millones de micro espátulas tiene una débil fuerza de atracción llamada de van der Vaals. Las fuerzas individuales son débiles, pero, en conjunto, dotan a cada dedo de una fuerza de atracción considerable. Se calcula que, si las salamanquesas pudiesen apoyar todas sus setas a la vez, la fuerza se sujeción rondaría los 131 kilos.

Microfotografía electrónica de barrido en falso color de los pelillos terminales de los dedos
Como se trata de una simple atracción atómica, la salamanquesa tiene la particularidad de conservarla involuntariamente, lo que hace que pueda quedase pegada a un cristal incluso muerta. Curiosamente, el único soporte sobre el que no puede sujetarse es el teflón, el compuesto antiadherente que recubre las nuevas sartenes, lo que se debe a que el teflón funciona con este mismo tipo de fuerzas de van der Vaals, pero con carga inversa.
Como sigamos así, no está muy lejano el día en que se pueda fabricar calzado con suelas similares que nos permitan emular a las salamanquesas y al mismísimo Spiderman.
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