Crónicas desde las Antípodas V: los gusanos de Waitomo






Érase una vez un niño tierno y fantasioso de ocho años que, a falta de espejo, soñaba despierto mirando una cautivadora lámina en color de la enciclopedia AZ. Era la estampa de una enorme gruta de un remoto país cuyas altas bóvedas se le antojaban las de los belenes gigantes que sus padres le llevaban a ver cada Navidad, pero tapizadas por unas luces verdeazuladas como estrellas, que refulgían en el ábside de aquella lóbrega caverna. Tenuemente iluminada por aquella luz fantasmal, una barca repleta de viajeros boquiabiertos navegaba por un profundo lago subterráneo en el que miles de seres […]