Crónicas del Ártico III: No es país para muertos






Morir está prohibido en Longyearbyen. Es el asentamiento humano más cercano al Polo Norte y el frío es tal que su suelo, el permafrost del que hablamos la semana pasada, está permanentemente congelado y, por lo tanto, los cadáveres no se descomponen. Exploradores, balleneros, mineros y científicos han sido los visitantes más habituales de estas islas desde su descubrimiento por Barentsz en 1596. Muchos de ellos sucumbieron ante las condiciones extremas y los peligros que rodean estas bellas y enigmáticas islas en las que, incluso en la actualidad, hay que ir armado como en el viejo Far West por el […]